domingo, 12 de junio de 2011

Un juego nada más

Ellos, tres bellos niños entre 3 y 3 y medio años, bajaron corriendo por la rampa felices porque saben que algo bonito viene....cuál fue su sorpresa al encontrar a una Collie Ovejera, de pelaje negro con blanco, con unos ojos vivaces y de temperamento apacible. Ella es Kira y viene a realizar una actividad lúdica con nuestros chicos!

De repente se encontraron cara a cara con Kira, al principio no querían acercarse ni mirarla y menos tocarle!...entonces se empieza a dar la magia...Cristhofer va a su encuentro y dice: " el perro". Ya entabla la comunicación...la quiere tocar pero aún pone sus condiciones....empieza a bailotear cerca de ella haciendo círculos a su alrederor...está feliz!!

Para poder entablar un mayor acercamiento el entrenador del perro les da trozos de comida para que cada uno le dé a Kira...elllos lo tiran cerca a su boca y así se van haciendo más familiares. El juego ya había comenzado, la experiencia de aprendizaje se estaba dando. Empezamos a jugar con la pelota que tanto gusta a los niños y a la perra, todos participan...tirando la pelota cerca y luego lejos, y detrás de ella SIEMPRE iba Kira...luego venia a traerla a otro niño para seguir jugando...todos quieren participar...empieza a fluir el lenguaje y salen las emociones a flor de piel:
"ya quiero"
"dame la pelota"
"aquí!"
"si que la agarre"
"me toca"
"tu tira"
"más lejos...más cerca"

Y entre frase y frase, esperan turno, miran atentamente cada trayectoria de la pelota y lo que hace la perra, esperan con interés a quien le toca el siguiente lanzamiento y se ríen y se contentan...ya al final tocar a la perra se hizo familiar. Para terminar la actividad se hace imitación de posición: echado, sentado, parado, marchando, ellos esperan que Kira ejecute y luego ellos imitan. Vamos todos en trencito siguiendo a la perra por la rampa, cantando hasta su aula donde ella se despide con un adiós al estilo perruno: sentada alzando sus dos patas delanteras y sacando su lengua, y nuestro niños haciendo un adiós con la mano y diciendo: "chau perro, chau Kira"

GRACIAS KIRA, GRACIAS MECHE!


Mirela Alfaro O.
Presidente Asociacion Siempre Amanecer

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